domingo, 27 de mayo de 2012

EL PORFIRIATO









































LA  EDUCACION DURANTE EL PORFIRIATO

  En el  presente trabajo abordaremos de manera breve algunas características educativas que se tenían durante el gobierno de Porfirio Díaz, la Revolución mexicana que fue sin duda el primer gran movimiento del siglo XX que logró transformar radicalmente las estructuras económicas, políticas y sociales del país. Ésta información  nos ayuda a conocer como estaba constituida la educación en esa época, así como permitir realizar una comparación entre lo que actualmente existe en el Sistema Educativo y lo que ha surgido a lo largo del tiempo. Sin su análisis no puede entenderse el proceso de modernización  del país ni las características que adoptó su desarrollo a lo largo de esta centuria.
Durante el porfirismo hubo un gran crecimiento económico, pero no desarrollo social, ya que la inmensa mayoría de la población se hallaba en la mayor miseria y degradación social


Durante el Porfiriato todos los estados tenían escuelas de tercera clase o rurales, tales escuelas eran mantenidas en las haciendas y ranchos o en las fincas.

Desde que fue fundado el primer congreso de instrucción se propuso que se lograra la igualdad entre las personas y se apoyara a los menos afortunados. A pesar de que con la medida anterior se buscaba un principio moral entre la gente se olvido la educación rural porque consideraban, los liberales y los positivistas, que los indios tenían un rendimiento bajo y de mala calidad en comparación con los extranjeros.

Aunque con Porfirio Díaz se dio un impulso a la capacitación técnica, a las primarias y secundarias y se reabrió la universidad, el analfabetismo era de un 85%,

 Durante este periodo se dio la unificación de educación primaria y la educación indígena en el Primer Congreso Nacional de Educación Primaria Durante el Porfiriato, mientras crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos.

Con la salida de Porfirio Díaz, del país, quedo un país débil, golpeado en muchos aspectos de su vida social, cultural y políticamente hablando. La educación carecía de una estructura firme, así es que debería de reiniciarse una búsqueda de estrategias que replantearan la enseñanza elemental, la educación artística o de artes se canalizó a través de los museos; mientras que la Universidad se dedicaba a los estudios profesionales

 La tenacidad de Sierra se hizo patente con la creación de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, de la que fue su primer titular en 1905 y con la fundación de la Universidad Nacional en 1910.

Durante el porfiriato la educación continuó siendo un sistema pequeño y de lenta expansión.

Durante el porfiriato, Joaquín Baranda, Ministro de Justicia e Instrucción, convocó a dos congresos en los que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades. Los resultados de estos congresos contribuyeron a definir un nuevo proyecto gubernamental de educación pública, que se consolidó con la promulgación de la Ley de Instrucción Obligatoria de 1888. Con la llegada de Justo Sierra a la Subsecretaría de Instrucción Pública en 1901 se abrió un nuevo periodo en la historia del sistema educativo mexicano. Justo Sierra continuó con los ideales liberales y se preocupó por organizar el sistema educativo, expandirlo a todos los sectores sociales y elevar los niveles de escolaridad. En esta época se instituyó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, de la que Justo Sierra fue el primer titular en 1905. Posteriormente, en 1910, se fundó la Universidad Nacional.


La Revolución Mexica fue un movimiento primordialmente democrático, ya que luchó por las libertades y derechos sistemáticamente conculcados por la elite porfirista: libertades de expresión, de manifestación y de creencias, el sufragio efectivo, el derecho de huelga, la educación gratuita, el derecho a la tierra, etc.

Siendo la educación pública, laica y gratuita uno de los más importantes logros del movimiento revolucionario iniciado hace 90 años, es relevante referir las vicisitudes históricas por las que aquélla tuvo que pasar hasta cristalizar en lo que es hoy el complejo sistema educativo nacional.


En la eclosión revolucionaria, el rubro educativo fue motivo de honda preocupación, no obstante que en los planes revolucionarios más importantes (San Luis, de Guadalupe, de Ayala, etc.) no se explicitaban demandas sobre la materia. Sin embargo, el Programa del Partido Liberal de los hermanos Flores Magón y otros precursores de la Revolución sí recogió puntualmente este aspecto En materia educativa, planteaba la necesidad de popularizar la educación y que es el Estado quien debe asumir la organización y dirección de la instrucción de la niñez, otorgar mejores sueldos a los maestros, enseñar artes y oficios en las escuelas, la prohibición al clero de impartir educación y la obligatoriedad de la educación elemental; todo esto, para lograr el desarrollo del país dentro de un marco de libertad y justicia social.

Con el propósito de hacer llegar la instrucción a los lugares más apartados, se establecieron las Escuelas Rudimentarias con hacendados que como Madero, aplicaron dicha ley, ya que ofrecieron educación a sus trabajadores y a sus hijos en sus propias haciendas, resaltando que la educación influía en la mejor productividad. ofrecían los conocimientos básicos y algunos oficios para que la población pudiera integrarse a la vida productiva del país. Se les enseñaba a  hablar, leer y escribir castellano y ejecutar las operaciones fundamentales y más usuales de la aritmética”. Este proyecto educativo no cumplió con las expectativas de los mexicanos, tenía problemas  como:

a) La heterogeneidad étnica- lingüística de la población

b) Los bajos recursos financieros.

c) La deficiencia técnica del programa. Este punto se refiere a que se daba mayor énfasis a los conocimientos teóricos y, que estos estaban desarticulados del desarrollo económico del país.

La educación privada en México se inicia desde tiempos de la colonia siglo XVI hasta principios del XVII cuando esta actividad fue normada por el gremio de maestros y por el Ayuntamiento, de modo que las escuelas de primeras letras funcionaron bajo la jurisdicción de la corona española.

 La preocupación por darles educación a todos los mexicanos surgió desde los primeros años del régimen porfirista. La democracia educativa fue una de las metas más importantes, pero la experiencia fue demostrando que alfabetizar a toda la población era prácticamente una utopía. Los mayores triunfos se obtuvieron en la calidad, no en la cantidad. En números relativos, fueron más niños a la escuela, pero el índice de alfabetismo apenas aumentó. El crecimiento no se dio ahí, sino en toda la gama de ideologías y en los debates que transformaron y adoptaron como propia la modernidad en la educación. Se introdujo la pedagogía moderna, se crearon y multiplicaron las escuelas normales, se ofrecieron carreras técnicas a los obreros y la educación superior alcanzó una época de oro. Sin embargo la obtención de un título no garantizaba ni mayores sueldos ni mejores oportunidades.

 La población indígena era y lo sigue siendo, la excluida de muchos beneficios de una sociedad porfirista, revolucionaria y posrevolucionaria, cuya herencia llega hasta el México contemporáneo. El estudio de este periodo da pistas de esta relación que hasta estos tiempos se mantiene como un problema educativo.

La educación de nuestro tiempo, demanda formación de valores cívicos para consolidar una sociedad democrática; una formación ética que nos obligue a ser respetuosos, responsables y honestos para con nosotros mismos y con los demás; y un conocimiento amplio de nuestra historia así como de ciencia y tecnología como una forma de explicarse los fenómenos de la naturaleza y el uso transformador de la naturaleza y del pensamiento social mediante los recursos tecnológicos.

Podemos inferir que la educación en México ha tenido altibajos, ya que las personas encargadas de la educación no han podido darse cuenta de que en la enseñanza se necesita un constante cambio, que al transitar el tiempo, también tenemos que cambiar los métodos pedagógicos, las estrategias de enseñanza, la didáctica.